Eliminación de Sulfatos

El sulfato está ampliamente distribuido en la naturaleza y puede estar presente en las aguas naturales en una variedad de concentraciones. El sulfato sólo se considera tóxico a niveles muy altos, pero puede afectar al sabor y al color del agua en concentraciones superiores a 600mg/L. Se sabe que los niveles superiores a 1.000mg/L proporcionan un efecto laxante, aunque las poblaciones más sensibles pueden verse afectadas a niveles de 500mg/L. La reducción de los sulfatos también puede dar lugar a la producción de sulfuro de hidrógeno, lo que supone una amenaza tóxica para el medio ambiente y causa la muerte de peces, plantas y plancton.

Junto con estas cuestiones, el agua rica en sulfatos también tiene un alto potencial de degradación, lo que puede dañar el equipo de tratamiento de aguas, minería o procesos industriales. Por estas razones, es importante reducir la concentración de sulfato del agua antes de su uso o eliminación.

Un nivel aceptable de concentración de sulfatos depende del uso que se haga del agua o del lugar en que se elimine, y el nivel varía mucho de un país a otro. Para su uso como agua potable o para su descarga en aguas superficiales, como los ríos, la mayoría de los países se han aproximado a los 250mg/L, un nivel que generalmente es lo suficientemente bajo como para prevenir los cambios de sabor y color, y para prevenir los síntomas de la diarrea.

Tratamiento del Agua

Varias tecnologías de tratamiento son utilizadas para tratar los sulfatos, siendo algunas de las más comunes la precipitación química y la filtración por membrana.

El tratamiento del agua con cal hidratada es probablemente el método de precipitación química más común, y puede utilizarse en aguas con concentraciones de sulfatos de hasta 8.000mg/L. El proceso es de bajo costo, produce residuos de yeso y no requiere de un tratamiento previo para su realización. El yeso tiene un alto potencial de formación de incrustaciones al precipitarse, formando fácilmente una capa dura de incrustaciones en tuberías y equipos. Hasta 1.800mg/L de sulfatos pueden permanecer en la solución también, requiriendo un tratamiento adicional para alcanzar niveles de concentración aceptables.

La ósmosis inversa es una tecnología que también se utiliza para el tratamiento de los sulfatos, pero normalmente sólo se emplea en aguas con bajas concentraciones de calcio y sulfato (100-700mg/L) para evitar la formación de incrustaciones, requiriéndose un tratamiento previo fuera de este rango. El alto volumen de salmuera producido también puede dar lugar a costos significativos, ya que una primera pasada típica logra una recuperación del 60-70%, mientras que el resto va a la corriente de desechos.

Nuestra Tecnología

La tecnología DESALX® de Clean TeQ Water es un proceso CIF® (filtración iónica continua) de dos etapas, que proporciona una filtración física y un intercambio de iones simultáneos. Esto permite la máxima recuperación de agua con una producción limitada de yeso como producto de desecho, en un sistema robusto donde el pretratamiento no suele ser necesario. Es muy resistente a la formación de incrustaciones y, en general, es más rentable que el uso de la ósmosis inversa. La tecnología DESALX® también puede combinarse con un sistema de lodo de alta densidad (HDS), lo que permite reciclar el subproducto de yeso, logrando una descarga líquida cero (ZLD).

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